martes, 10 de junio de 2014

Maléfica




En los últimos años hemos visto como el cine de Hollywood ha vuelto a las viejos historias de las películas de Disney pero dándoles mayor cuerpo a los personajes secundarios o antagónicos. Así, Tim Burton le volvió a dar una mirada más oscura y valiente a Alicia en el País de las Maravillas en la fantástica Alice in Wonderland (2010) y se trató de explicar la historia no contada del Mago de Oz en la fallida Oz, The Great and Powerful (2013).

Ambas películas ampliaban las dimensiones de los personajes y desarrollaban tramas que se alejaban de los extremos de los viejos clásicos animados donde solo existe el bien y el mal. Se puede decir que buscaban darle un enfoque más adulto a los cuentos animados sin dejar de lado el atractivo infantil y la personalidad propia de este tipo de relatos.

Dentro de esa línea, este año los mismos estudios Disney muestran Maleficent (2014), película basada en el cuento de La Bella Durmiente de Charles Perrault y los hermanos Grimm que inspiró el clásico animado Sleeping Beauty (1959).

A diferencia de su película antecesora, esta cinta se concentra en la figura de Maléfica, la bruja que condena a la bella heredera al trono a un sueño eterno, hechizo que solo puede ser roto con un beso de verdadero amor.

Angelina Jolie como Maléfica, la bruja animada de Sleeping Beauty

El desarrollo parte desde una Maléfica niña que no le hace honor a su nombre y que por el contrario es una protectora dentro del reino mágico. Es su amistad con un hombre la cual trae problemas a esta mujer de alas y cuernos y que termina sembrando en ella la semilla del mal.

Maleficent es una película que en apariencia puede parecer infantil y ciertamente lo es, está llena de efectos especiales, una cuidada dirección de arte y una ambiciosa puesta en escena que crea un mundo de castillos y personajes fantásticos. Pero Maleficent es también una película adulta, con muchas referencias a aspectos espirituales o morales, como la lucha entre el egoísmo y el amor desinteresado, la noción sobre un paraíso que es corrompido por la ambición humana y el sentido del verdadero amor.

Pero el mayor logro de Maleficent es que empieza a romper mitos creados en una época donde el cine era la vía de escape para un mundo en problemas y donde se construyeron estereotipos donde solo existía el blanco y el negro. Es la desmitificación de la figura de la bruja mala a través de su humanización.

A pesar de sus detractores  y de las carencias de la cinta, Maleficent es una buena opción para una visita familiar al cine, donde niños y adultos pueden disfrutar de una película con elementos atractivos para ambos.


3 de 5


No hay comentarios:

Publicar un comentario