miércoles, 5 de febrero de 2014

El Sueño de Walt




El Sueño de Walt es el inapropiado y casi estúpido título con el que los distribuidores han traído a la cinta de Disney, Saving Mr. Banks (2013). La película relata el proceso de adaptación a la pantalla gigante del clásico infantil Mary Poppins, por parte de su autora P.L. Travers y el mismo Walt Disney.

Debo reconocer que mi primera impresión sobre el film era que se trataba de una cinta familiar más de los estudios Disney, sin embargo Saving Mr. Banks es toda una sorpresa agradable que supera las expectativas iniciales sobre ella.

Para empezar, Saving Mr. Banks, como toda película de Disney, apuesta por cuidar todos los detalles de su realización, desde la dirección de arte hasta la maravillosa banda sonora que mezcla partituras originales con las recordadas canciones de los hermanos Sherman para Mary Poppins (1964). El diseño técnico de la cinta funciona perfectamente, la fotografía y la edición son notables y los adecuados para la historia.

Por otro lado, la narración de Saving Mr. Banks es convencional, simple como corresponde a una película familiar; si bien es cierto por un lado se relatan las reuniones creativas en los estudios Disney y por otra parte la infancia de la misma Travers, esta alternancia de historias nunca llega a ser complicada y responde a la moraleja que se quiere lograr con el film.

John Lee Hancock, que antes ha dirigido otra cinta de corte familiar como The Blind Side (2009), parece estar especializándose en estas películas que buscan hacer sentir bien a quien las ve, que esconden detrás de las imágenes un mensaje inspirador en el sentido más sentimental posible. Y es ahí donde Saving Mr. Banks encuentra sus puntos más débiles, cuando se cae en un innecesario sentimentalismo, pareciera que se obliga a querer a los personajes que vemos en pantalla, como si la realidad tuviera que ser un poco manipulada para poder ser aceptada.

Emma Thompson está brillante como la escritora P.L. Travers


Los mejores momentos de la cinta son contrariamente cuando Emma Thompson le imprime al personaje de P.L. Travers ese sarcasmo británico que la convierte en una mujer interesante, que se presenta sin maquillaje y que no quiere agradar a nadie más que a ella misma. El retrato que hace Thompson de Travers es fascinante, porque la muestra como una mujer con sentimientos controlados pero vulnerable; no podría haber una mejor actriz para este papel, la carismática Thompson llena la pantalla, se convierte en el centro de la historia y demuestra que incluso en una película familiar se puede dar una actuación  memorable.

Desafortunadamente, no se puede decir lo mismo de Tom Hanks quien por el contrario se llena de clichés para hacer de Walt Disney y apuesta casi por una imitación y no por la creación de un personaje como lo hace Thompson.

Saving Mr. Banks es un deleite para los cinéfilos y más aún para los fanáticos de ese clásico llamado Mary Poppins, la cinta sorprende en el estudio de personalidad que hace de una mujer que supo poner en páginas su propia historia y a la vez crear una de las historias infantiles más populares de todos los tiempos. Es una película para compartir con la familia pero con un mensaje que impresiona tanto a adultos como a niños, pero que sobretodo sirve para ver una clase magistral de actuación a cargo de Emma Thompson. Recomendable.


4 de 5


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