lunes, 25 de noviembre de 2013

Los Juegos del Hambre: En Llamas



Se ha estrenado el segundo episodio de la última gran saga que veremos este año en el cine. The Hunger Games: Catching Fire (2013) cierra un año para las trilogías fílmicas que ha incluido buenos trabajos y otros varios para el olvido.

The Hunger Games: Catching Fire y su predecesora The Hunger Games (2012) están basadas en la novela de acción futurista The Hunger Games, escrita por Suzanne Collins. Al igual que los libros de Harry Potter o El Señor de los Anillos, estas obras literarias tienen miles de seguidores y todos los elementos para poder ser explotados por el séptimo arte.

The Hunger Games fue una cinta que entusiasmó a quienes conocían los libros y a quienes no. Era una película de acción que se concentraba en el drama personal de la adolescente Katniss Everdeen. En esa primera entrega, la figura de Katniss, interpretada brillantemente por la ganadora del Oscar Jennifer Lawrence, se convertía en una heroína poco habitual.  Alejada de una belleza convencional sino más bien con un estilo propio definido por su deseo de permanecer en el anonimato en rivalidad con su voluntad de salvar a su familia.

Esa personalidad que descubrimos en esa primera película es terminada de ser delineada en The Hunger Games: Catching Fire. Katniss no busca la atención sino que la encuentra una necesidad incómoda, es inconsciente de la dimensión de su influencia en un plan mayor. El gran aporte de este segundo capítulo de Los Juegos del Hambre es justamente esa atmosfera envolvedora que genera el caos político, el complot de quienes ven en Katniss el rostro de la revolución.

La matanza propia de Los Juegos del Hambre se convierte no en un fin en sí mismo sino tan solo en un elemento de un plan de liberación. Las alianzas que se forman entre los tributos y los brillantes efectos visuales hacen de esta cacería no solo impresionante a nivel visual sino conmovedora en un plano humano.

El tour de los ganadores de Los Juegos del Hambre abrirá los ojos de Katniss hacia una realidad que encenderá en ella el fuego de la revolución

Pero The Hunger Games: Catching Fire está lejos de ser un film aburrido; es una cinta de acción que abarca todos los elementos del mejor cine de entretenimiento, romance, aventura, personajes interesantes y una gran dosis de adrenalina. En ningún momento cae en facilismos, por el contrario es por momentos arriesgada en su propuesta. Su mayor acierto es que se mantiene muy fiel al estilo de los libros que dan origen a la saga fílmica.

El final de la cinta es probablemente uno de los más atractivos y emocionantes de los últimos tiempos, donde la imaginación del espectador puede empezar a crear los escenarios del siguiente episodio de la trilogía. The Hunger Games: Catching Fire es una película muy lograda, que juega con las emociones de la audiencia y acierta en mantener un ritmo inquietante en sus casi dos horas y media de duración.

Un ejemplo de buen cine de fantasía y acción. En este blog, estaremos atentos a la tercera parte de esta saga que se ha convertido en una de las mejores y más interesantes en el cine. Recomendable.


4 de 5

viernes, 15 de noviembre de 2013

Gravedad




Se ha estrenado en nuestros cines una de los títulos más esperados del año, Gravity (2013) dirigida por el mejicano Alfonso Cuarón. Desde su presentación en distintos festivales, la película llamaba la atención por su alto contenido visual y su ambiciosa puesta en escena.

En Gravity, seguimos los eventos de una tragedia que se desencadena cuando una lluvia de satélites impacta una misión de astronautas en el vacío del espacio. Desde un primer instante, las imágenes nos transportan hacia una realidad donde no existe gravedad y donde la existencia humana se ve reducida a ser un simple punto blanco en un mar negro.

Los primeros minutos, Cuarón los aprovecha para generar cierta comodidad por parte de sus personajes, mostrándolos seguros de su trabajo pero con la sombra de un mal presentimiento que los persigue. Al momento que se desencadena el caos, las emociones de la audiencia ya se han visto manipuladas por las imágenes de la Tierra alrededor de toda la pantalla y por esa sensación de descontrol evocada por la falta de gravedad.

Lo que viene a continuación es una de las historias de supervivencia más difíciles que se hayan visto en el cine, la cual mezcla no solo el impacto visual que generan las imágenes y los maravillosos efectos especiales logrados sino el trabajo impecable de los actores, cuyo pánico se puede sentir a flor de piel. El desenlace de la historia es un reconocimiento a la lucha humana y a la voluntad necesaria para vivir.

Pero esta entrada no quiere detallar la historia de Gravity, la cual debe ser vista para ser apreciada en toda su dimensión. Nuestra misión es rescatar el impecable trabajo que logra Alfonso Cuarón en esta película. Cuarón, recoge los legados de lo mejor del cine de ciencia ficción que se haya puesto en celuloide para generar una atmosfera envolvente entre la pantalla de cine y la audiencia. Qué duda cabe, que Gravity está altamente influenciada por esa obra maestra llamada 2001: A Space Oddisey (1969). Pero Cuarón no copia la obra maestra de Stanley Kubrick, sino que a partir de la misma crea nuevas emociones, haciendo un uso total de todos los recursos que provee el lenguaje cinematográfico.

Así como 2001: A Space Oddisey, Gravity es un film que busca llamar la conciencia sobre la naturaleza y el sentido de la vida humana a partir de su confrontación con la inmensidad del espacio. Es por eso que en un momento la figura de Sandra Bullock adquiere posición fetal en una capsula espacial que puede ser considerada un nuevo útero. Para la doctora Ryan Stone, que interpreta Bullock, esta aventura representa una nueva vida.

Los aspectos técnicos de Gravity contribuyen a generar una narración perfecta, el detalle en el trato de la imagen y la fotografía, el vértigo causado por los decorados pequeños y asfixiantes y una música que repite la formula clásica de preparar a la audiencia en los momentos de tensión; todos son elementos puestos al servicio de la historia.

La mejor actuación de la carrera de Sandra Bullock

Pero Gravity no es solo sus efectos especiales, porque la verdadera empatía la causan las actuaciones de sus dos protagonistas, George Clooney y Sandra Bullock. Un gran acierto es presentar imágenes tanto alrededor de los personajes como por momentos sustituir los ojos de Ryan Stone por la cámara, de manera tal que podemos ver lo que ella está viendo.

En este blog no somos muy fanáticos del trabajo de Sandra Bullock como actriz, de hecho nunca la hemos considerado más que una comediante regular. Su Oscar por The Blind Side (2009) fue un tributo a su carrera más que un premio a una actuación que consideramos mediocre. Pero en Gravity, Sandra Bullock crea una actuación para la eternidad. Su trabajo destaca entre lo mejor que se pueda ver este año, se permite ser moldeada por el director de manera casi plástica, su control de emociones es notable, se aleja de todas sus interpretaciones previas para presentar una mujer herida pero que quiere vivir. Gravity no podría funcionar sin el gran papel de Sandra Bullock, que ha creado uno de los personajes femeninos más importantes de la historia del cine, en una época donde no existe mucho espacio para mujeres de su edad. Su nominación al Oscar es un hecho y ciertamente será una de las principales candidatas para llevarse el premio.

En los últimos años hemos visto un par de películas cuyo contenido visual y contenido narrativo desafían nuestros sentimientos más primigenios. Tree of Life (2011) y Life of Pi (2012) hicieron justamente eso, son viajes espirituales a través del séptimo arte. Gravity se une a estas películas que se convierten en piezas de arte porque tocan alguna fibra de la humanidad. Recomendamos que para vivir la experiencia total, vean la película en 3D y en la mejor calidad posible.

El viaje al espacio y la lluvia de emociones que provoca Gravity la convierten en una de las mejores películas del año, la primera gran competidora a ganar el Oscar a Mejor Película y en una cinta imprescindible. Totalmente recomendable.


5 de 5

Poster de Gravity con estilo Vintage, influenciado por 
las películas de ciencia ficción de los años 50

jueves, 14 de noviembre de 2013

Jobs




Uno de los géneros favoritos de este blog es el biopic. Es decir esas películas que se concentran en una etapa o en toda la vida de un personaje importante en la historia. Es por eso que las expectativas sobre Jobs (2013) eran altas. La figura de Steve Jobs es una de las más impactantes en la cultura de las últimas tres décadas, su revolución tecnológica ha cambiado el mundo en muchos aspectos y lo colocan como un hombre fundamental de la modernidad.

Su temprana muerte hizo que la atención sobre su persona incrementara aún más. En Jobs, vemos el ascenso de un excéntrico estudiante hacia un exitoso visionario, el film busca mostrar además los fantasmas y rasgos menos humanos que tenía el genio de la Apple.

Sin embargo, Jobs es una cinta fallida, que no logra cumplir con la ambición de su planteamiento. A lo largo de sus casi dos horas de duración, nunca existe un estudio de la personalidad de Steve Jobs sino simplemente pincelazos sobre aspectos superficiales. El engranaje entre historia y personaje nunca logra concretarse.

Por momentos, la edición de la película es confusa y tan rápida que hace pensar que estamos viendo un comercial o un corto publicitario. Y es que, a pesar de entrar en algunos detalles, la historia nunca logra envolver del todo a la audiencia. Esto ocurre porque el guion es bastante lineal y en algunos momentos demasiado sencillo. La dirección se ve limitada entonces a un film con una narración casi televisiva.

Otro elemento que no contribuye en Jobs es ciertamente la mediocre actuación de Ashton Kutcher. El actor de la comedia Two and a Half Men, busca ser tomado en serio asumiendo los jeans y las zapatillas de Steve Jobs; para eso asume gestos y algunas manías que más parecen la exageración de las suyas propias. Kutcher no puede despojarse de su propia imagen para presentar a Jobs y nunca vemos un personaje consolidado en la pantalla.

Jobs tiene algunos momentos que son buenos, sobre todo aquellos que buscan mostrar el trabajo del equipo inicial de la Apple, en ellos se rescata la identidad de estos hombres que buscaban romper moldes desde un simple garaje. El ascenso de estos nerds hasta la consolidación de un mini imperio, están filmadas de manera dinámica y con una dirección de arte que resaltan la ambición de estos inadaptados rebeldes. Desgraciadamente, esa emoción nostálgica se pierde en lo que sigue de la película y vemos un intento de presentar a un hombre atrapado por su propia creación, como el Howard Hughes de The Aviator (2004) pero sin el genio de Martin Scorsese.

A pesar de todo, Jobs es una película que se deja ver sin aportar nada más. Quizás Steve Jobs hubiera querido que su vida sea presentada de mejor manera y con el esfuerzo que él supo transmitirle a todo lo que hacía.


2.5 de 5

viernes, 8 de noviembre de 2013

Thor: Un Mundo Oscuro





Parece que el 2013 ha sido el año de las franquicias en el cine. La gran mayoría de blockbusters han sido segundas o terceras entregas de sagas basadas en algún súper héroe o en alguna película previa. Hace unos días, cuando se anunciaron los nominados a la película favorita de los People’s Choice en Estados Unidos, ocurrió un hecho inédito, por primera vez las cinco finalistas eran películas pertenecientes a alguna trilogía o saga.

Uno de los héroes más esperados este año era Thor, que después de una interesante primera película hace un par de años, despertaba el interés de sus seguidores y cinéfilos en el mundo. Thor (2011) era una película que destacaba dentro del grupo de películas de la Marvel. Su director, el también actor Kenneth Brannagh, le había sabido aportar ese aire shakesperiano a la historia de la figura de acción.

Thor: The Dark World (2013) es una película que se aleja del estilo de su predecesora, su director ya no es Brannagh y el resultado es poco alentador. En esta segunda parte, el ritmo narrativo del film trata de volver a su raíz del comic pero además a los estereotipos repetitivos de las cintas de acción de Hollywood.

En Thor, los personajes de la historieta eran presentados de un modo casi novelesco, otorgándole más peso a la historia misma que a los efectos que la sostenían. Esos retratos se pierden en Thor: The Dark World, donde los actores se ven poco menos que entusiastas en sus respectivos personajes.

Los pocos momentos buenos son justamente aquellos donde la acción se concentra en las personalidades de las actuaciones, los cuales son escasos. Por lo demás, Thor: The Dark World tiene la dosis suficiente de escenas de acción con grandes efectos especiales, unas cuantas escenas de luchas entre héroes y villanos y uno que otro momento que pudieron ser eliminados en la sala de edición.

La trama de Thor: The Dark World es por momentos atractiva y logra sorprender con un par de giros inesperados, pero también hay ciertos elementos cuya fantasía bordea con el ridículo. En esta oportunidad, se trata de introducir nuevos personajes a la historia pero ninguno adquiere relevancia dentro de la narración.

Thor: The Dark World es una de esas películas que uno ve una vez para no perderse uno de los capítulos de la saga, pero que no vuelve a ver de nuevo por interés propio. Le sigue los pasos a Iron Man 3 (2013), en términos arruinar la calidad de sus predecesoras. Una decepción.


2 de 5

Parece que en Hollywood se han quedado con tan pocas ideas que hasta los posters de sus héroes siguen el mismo estilo.