jueves, 31 de octubre de 2013

Antes de la Medianoche



Desde hace unos días tenemos en nuestras salas de cine, Before Midnight (2013) el último capítulo de la historia de amor que empezara con Before Sunrise (1995) y que continuara Before Sunset (2004). Las tres entregas de esta saga romántica han sido dirigidas por Richard Linklater y protagonizadas por Ethan Hawke y Julie Delpy. El trío también ha escrito el guion de la trilogía.

Hawke es Jesse, el estadounidense que conquista a Celine en un viaje a Europa marcado por el desamor. Celine, interpretada por Delpy, es una abogada ambientalista, una abanderada de la independencia femenina que no puede resistirse a los encantos del complicado y tierno Jesse.

Before Midnight repite la fórmula de su predecesora y nos va contando de a pocos cuales fueron los hechos que ocurrieron desde la última vez que vimos a la pareja en la pantalla. El tiempo transcurrido entre film y film es el mismo que pasa en la ficción de esta historia de amor.

Tanto Before Sunrise como Before Sunset tuvieron finales abiertos, donde no sabemos que es lo que ocurre con nuestros protagonistas. Before Midnight parte de ir respondiendo las preguntas que tenemos quienes vimos el final de la última entrega de la saga en el 2004. Después de una escena entre Jesse y su hijo, ya convertido en casi un adolescente, sabemos que el escritor sigue con Celine. Ambos se han convertido en padres de unas gemelas y se encuentran frente a las dificultades cotidianas de toda relación que ha durado tanto tiempo.

En Before Midnight vemos como Linklater nos sumerge en la intimidad de esta pareja que ha compartido varios momentos juntos, los jovencitos turistas de Before Sunrise se han convertido en dos cuarentones presos de las decisiones del mundo maduro. La cinta es una historia de amor pero está lejos de los moldes hollywoodenses que pretenden mostrar una relación sencilla o llena de felicidad. El retrato del amor que vemos es realista, por momentos desolador, confrontante, sin embargo no deja de ser tierno como Jesse trata de llamar la atención de su Celine, o como ella a pesar de todo no puede resistirse a entregarse a su Jesse.

Mientras la historia va avanzando, nos vamos enterando que nuestros amantes nunca se casaron, que la sombras de la desconfianza los han perseguido mucho tiempo, que ella no conoce a la familia de él, que ambos no han podido terminar de renunciar a sus propias personalidades; que el amor es un concepto que se va construyendo en cada paso y no una realidad de cuento de hadas.

El director Richard Linklater nos desnuda lo que pasa entre las cuatro paredes del cuarto de Jesse y Celine. La cinta solo transcurre en cuatro escenas largas y llenas de diálogos extensos, profundos, que van al pasado, que plantean dudas y que en algunos momentos ocasionan estallidos emocionales. En la primera escena larga nuestra pareja maneja del aeropuerto a la casa donde están pasando las vacaciones, la conversación es tensa, el plantea la posibilidad de volver a usa y ella se atormenta por la inevitabilidad del fin de la relación.

En una segunda escena, ambos comparten con otras parejas la mesa. Es un diálogo de aprendizaje, donde distintas edades y generaciones comparten sus propias visiones del enamoramiento. Se habla de sexo pero también se habla de muerte. En la tercera escena, Jesse y Celine van caminando por este pueblo griego que parece haberse estancado en el tiempo. Ambos coinciden que su relación es una burbuja donde no hay crisis, no hay turistas, solo ellos dos. La cámara siempre está frente a ellos, como demostrando que el camino recorrido es un elemento poderoso para mantenerlos juntos, en pocos momentos la cámara se pone detrás de los caminantes quizás insinuando que no hay mucho camino adelante.

Finalmente, está la escena del clímax en el cuarto del hotel, una habitación que refleja la inevitable presencia de lo cotidiano en esta relación. Ya no pueden escapar a sus problemas, los persigue hasta en su deseo de volver a la juventud. Celine se ha convertido en una mujer con unos kilos de más, con un rostro que refleja los años de trabajo y sacrificios, cuya belleza radica en una plenitud de su personalidad y ya no en la frescura de la aventura. Jesse también ha envejecido, su intento de vestirse juvenilmente no esconde su mirada de preocupación, la barba que antes pintaba tonos rojos ahora pinta canas grises, tiene miedo de ser un padre ausente y sabe que su legado no serán sus libros sino su familia.

Before Midnight es una película maravillosa, la imagen resalta prudentemente la preciosa villa griega donde están los personajes, pero no deja de centrar su atención en ellos. Todos los elementos tienen un significado dentro de la vida de Jesse y Celine, el guion está perfectamente construido, de manera tal que la cinta puede ser vista varias veces y tener impactos distintos en la audiencia, incluso para aquellos que no han visto las dos precuelas del film. Este guion merece una nominación al Oscar definitivamente.

Las actuaciones de Ethan Hawke y Julie Delpy son acuciosas en ser naturales. No existen exageraciones sino más bien dos personajes introspectivos. Sobre todo la actuación de Julie Delpy es impresionante, sin temores, cruda y acompañada de un encanto que se convierte en el centro de la historia.

En una cartelera llena de películas con fantasmas, zombies, muertos y demás espectros; Before Midnight se convierte en la mejor opción para ver una película interesante. De lo mejor que he visto este año. Totalmente recomendable.


5 de 5.

jueves, 24 de octubre de 2013

Rush, Pasión y Gloria



Tenemos en nuestra cartelera una de las películas más anticipadas del año, se trata de Rush (2013), la historia de los pilotos de Fórmula 1, James Hunt y Niki Lauda. Rush, está dirigida por Ron Howard, uno de los directores más populares en Hollywood.

La popularidad de Ron Howard reside en el hecho que se trata de una figura que prácticamente ha vivido toda su vida en el mundo del entretenimiento. Primero como actor infantil en la televisión y el cine, luego como actor juvenil de ambas pantallas y finalmente como director de cine. Los mejores trabajos de Howard muestran su interés por hechos históricos o personas de la vida real. En Apollo 13 (1995), Howard relata el trágico retorno de una misión espacial en 1970, en A Beautiful Mind (2001) el director hace un biopic sobre el ganador del Premio Nobel John Nash, mientras que en Frost/Nixon (2008) nos muestra los preparativos de las famosas entrevistas al ex presidente norteamericano.

Apollo 13 y A Beautiful Mind son películas con un estilo similar, en las cuales el director se compromete con lo heroico o importante de sus personajes, construyendo películas bien elaboradas, atractivas a todos los gustos, de aquellas que están hechas para ganar premios. El estilo de Howard en Rush, es más parecido al que el director le dio a Frost/Nixon, es decir el retrato de la confrontación entre dos personalidades importantes, opuestas pero complementarias.

Al parecer a Howard le interesa mostrar los contrastes que muestran dos tipos de personas exitosas. Niki Lauda es como Richard Nixon, un hombre brillante, con una inteligencia aguda para su oficio, que vive bajo la rigurosidad de un monje y que entiende el éxito como el premio al rechazo sufrido en la juventud. Son la cara del triunfo que esconde un pasado marcado por el rencor.

Por su parte, James Hunt es como David Frost, es más celebridad que profesional, siente pasión por lo que hace pero vive de la buena voluntad del destino, tiene la noción que el trabajo sirve para vivir la vida y no al revés.

Tanto Lauda como Hunt, son buenos en lo que hacen, dominan las maquinas que manejan y entienden el sentido de la pista. Sus personalidades son opuestas y eso hace que se respeten, obviamente antes tienen que demostrar que no hay más que rivalidad entre ellos.

Rush es una película bien hecha, que muestra de manera perfecta el mundo donde ocurren sus hechos, toda la parte artística del film aporta a darle realismo a la historia. La fotografía es cuidadosa en mostrarse elegante, fiel a las imágenes de la época, no existe exageración sino un rigor casi documental.

La acción de las carreras es filmada de tal modo que solo vemos lo relevante de las mismas, funcionan como el complemento de una historia mayor de trasfondo. Uno podría esperar una cinta de acción pero en verdad Howard quiere hacer un drama de época moderno. Es en ese punto donde la película tiene uno de sus puntos débiles, en la presentación de sus personajes. Es evidente que el director quiso presentar un estudio de personalidades, cosa que consigue con Niki Lauda interpretado muy bien por Daniel Bruhl. Pero su rol principal, el de James Hunt nunca logra dibujarse del todo, no solo porque la actuación de Chris Hemsworth es mediocre sino porque en general el guion nunca va más allá de las fiestas y los excesos.

El otro gran desacierto del film se ve hacia el final del mismo, donde Howard una vez más busca la redención de sus personajes. Pero es una redención que más parece justificación. La objetividad lograda a lo largo del film se pierde en el deseo de mostrar el buen corazón de ambos hombres.

A pesar de eso, Rush es una película interesante, que lograr mantener la atención durante toda su narración, por momentos puede resultar cruda y por otros cae en el simplismo. Para los aficionados al automovilismo es una película de vista obligatoria y para aquellos que quieren ver cine de calidad y entretenido, también.


Calificación: 3.5 de 5

martes, 15 de octubre de 2013

Aprendices Fuera de Línea y La Gran Fiesta


The Internship


Sigue en nuestra cartelera la más reciente comedia del dúo Vince Vaughn y Owen Wilson. Se trata de The Internship (2013), cinta que busca repetir el éxito de The Wedding Crashers (2005) en la cual los dos actores interpretan a dos solterones que se colan en matrimonios para conquistar mujeres.

El tema principal en The Wedding Crashers y en The Internship es el mismo. Dos hombres adultos que se han quedado anclados en el tiempo y que buscan una oportunidad para poder alcanzar la madurez de su edad. Como los rompebodas, los actores son dos amigos que crean historias y personajes para poder ocultar su verdadera realidad. Viven en una negación decorada con recepciones matrimoniales.

En The Internship, Vaughn y Wilson son dos vendedores a quienes la tecnología ha desplazado del mercado. La trama del film busca reivindicar sus identidades dentro de un mundo de geeks y jóvenes despersonalizados que aspiran trabajar en google.

Para los más intelectuales, podríamos decir que este tipo de comedias son las cintas de una generación X adulta, que trata de acomodarse en estos tiempos. The Internship es una comedia ligera, sin mayores ambiciones y con un tono conciliador casi familiar. Nuestros actores que ya muestran canas y arrugas se vuelven en los mentores de jóvenes menores de 25 años cuya mayor relación es con su Smartphone.

Las similitudes entre The Wedding Crashers y The Internship son evidentes en toda su narración, como si se repitiera la trama pero desde otro punto de vista. No deja de ser, sin embargo, una cinta entretenida que aporta un humor bastante blanco para estos tiempos.

21 & Over


Mientras comediantes como Vaughn y Wilson se van convirtiendo en los Bob Hope de nuestros tiempos. Una nueva generación de comediantes empieza a mostrar la cabeza. En los últimos años varias han sido las cintas que quieren mostrar el desenfreno de las fiestas actuales, la trilogía de The Hangover (2009-2013), Proyect X (2012) y la notable Superbad (2007), son algunos de los mejores ejemplos de estas películas fiesteras.

21 & Over (2013) sigue esta tradición de films que transcurren en una noche donde las copas y los excesos van y vienen. La premisa no es muy distinta de las demás, tres amigos se reúnen para tener una última celebración antes que sus vidas tomen otro rumbo. En este caso, uno de nuestros personajes se encuentra en la noche previa a su examen de ingreso a la facultad de medicina. Sus compinches son dos personas contradictorias, por un lado está el joven maduro, el niño bien con un futuro promisorio que ha dejado las fiestas atrás para dedicarse a la vida de adulto y por otro lado el inmaduro que ha dejado la universidad y sigue teniendo como prioridad los festivales de verano.

Los estereotipos parecen repetirse en todas estas películas donde los personajes parecen todos jalar hacia un extremo. Lo que vemos durante la proyección en el cine es una serie de momentos en los cuales los amigos salen de un problema para meterse en otro.

Entran a todos los bares posibles, toman todo lo que pueden, encuentran el “amor verdadero”, buscan aprovecharse de toda circunstancia y finalmente caen en la urgencia de rescatar a uno de ellos. No se trata del novio que está a punto de casarse como en The Hangover, sino del joven que debe enfrentar a su padre para definir su futuro.

El final de 21 & Over, como de sus películas pares, tiene un aire redentor que trata de justificar las aventuras de nuestros protagonistas. Es como si se quisiera decir que la libertad resulta siendo más adoctrinadora que la rigidez, a pesar que la lección venga acompañada de diablos azules y resacas.


21 & Over es una cinta regular, que repite elementos de otros títulos ya mencionados pero que también aporta un elemento de inocencia y otro tanto de provocación. Es una grata sorpresa porque no se trata de la típica película de juerga sino que busca crear una identidad para sus personajes y en sus situaciones. Su narración busca reflejar la rapidez y la emoción de esta nueva generación y de la modernidad. Hay que verla si es que quieren reírse en el cine.