jueves, 24 de octubre de 2013

Rush, Pasión y Gloria



Tenemos en nuestra cartelera una de las películas más anticipadas del año, se trata de Rush (2013), la historia de los pilotos de Fórmula 1, James Hunt y Niki Lauda. Rush, está dirigida por Ron Howard, uno de los directores más populares en Hollywood.

La popularidad de Ron Howard reside en el hecho que se trata de una figura que prácticamente ha vivido toda su vida en el mundo del entretenimiento. Primero como actor infantil en la televisión y el cine, luego como actor juvenil de ambas pantallas y finalmente como director de cine. Los mejores trabajos de Howard muestran su interés por hechos históricos o personas de la vida real. En Apollo 13 (1995), Howard relata el trágico retorno de una misión espacial en 1970, en A Beautiful Mind (2001) el director hace un biopic sobre el ganador del Premio Nobel John Nash, mientras que en Frost/Nixon (2008) nos muestra los preparativos de las famosas entrevistas al ex presidente norteamericano.

Apollo 13 y A Beautiful Mind son películas con un estilo similar, en las cuales el director se compromete con lo heroico o importante de sus personajes, construyendo películas bien elaboradas, atractivas a todos los gustos, de aquellas que están hechas para ganar premios. El estilo de Howard en Rush, es más parecido al que el director le dio a Frost/Nixon, es decir el retrato de la confrontación entre dos personalidades importantes, opuestas pero complementarias.

Al parecer a Howard le interesa mostrar los contrastes que muestran dos tipos de personas exitosas. Niki Lauda es como Richard Nixon, un hombre brillante, con una inteligencia aguda para su oficio, que vive bajo la rigurosidad de un monje y que entiende el éxito como el premio al rechazo sufrido en la juventud. Son la cara del triunfo que esconde un pasado marcado por el rencor.

Por su parte, James Hunt es como David Frost, es más celebridad que profesional, siente pasión por lo que hace pero vive de la buena voluntad del destino, tiene la noción que el trabajo sirve para vivir la vida y no al revés.

Tanto Lauda como Hunt, son buenos en lo que hacen, dominan las maquinas que manejan y entienden el sentido de la pista. Sus personalidades son opuestas y eso hace que se respeten, obviamente antes tienen que demostrar que no hay más que rivalidad entre ellos.

Rush es una película bien hecha, que muestra de manera perfecta el mundo donde ocurren sus hechos, toda la parte artística del film aporta a darle realismo a la historia. La fotografía es cuidadosa en mostrarse elegante, fiel a las imágenes de la época, no existe exageración sino un rigor casi documental.

La acción de las carreras es filmada de tal modo que solo vemos lo relevante de las mismas, funcionan como el complemento de una historia mayor de trasfondo. Uno podría esperar una cinta de acción pero en verdad Howard quiere hacer un drama de época moderno. Es en ese punto donde la película tiene uno de sus puntos débiles, en la presentación de sus personajes. Es evidente que el director quiso presentar un estudio de personalidades, cosa que consigue con Niki Lauda interpretado muy bien por Daniel Bruhl. Pero su rol principal, el de James Hunt nunca logra dibujarse del todo, no solo porque la actuación de Chris Hemsworth es mediocre sino porque en general el guion nunca va más allá de las fiestas y los excesos.

El otro gran desacierto del film se ve hacia el final del mismo, donde Howard una vez más busca la redención de sus personajes. Pero es una redención que más parece justificación. La objetividad lograda a lo largo del film se pierde en el deseo de mostrar el buen corazón de ambos hombres.

A pesar de eso, Rush es una película interesante, que lograr mantener la atención durante toda su narración, por momentos puede resultar cruda y por otros cae en el simplismo. Para los aficionados al automovilismo es una película de vista obligatoria y para aquellos que quieren ver cine de calidad y entretenido, también.


Calificación: 3.5 de 5

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