miércoles, 10 de julio de 2013

Mi Villano Favorito 2



Siguen llegando a nuestras salas de cine distintas secuelas de franquicias hechas en Hollywood. Después de la decepcionante presencia de superhéroes y películas de acción, se estrenó la semana pasada la animada Mi Villano Favorito 2.

Despicable Me 2 (2013), su título original en inglés, parte de la trama dejada por su predecesora Despicable Me (2010), en la cual el amor de unas niñas huérfanas convierte a un villano en un padre amoroso. Al inicio de la cinta vemos al protagonista, el calvo Gru, convertido en una devota ama de casa. Ayudado por sus infaltables minions, Gru se las agencia para ser el entretenimiento en la fiesta de su pequeña Agnes y es capaz hasta de vestirse de princesa para lograrlo.

Luego de descubrir que Gru y sus nuevas hijas han dejado la acción para convertirse en una familia corriente, conocemos a la nueva protagonista femenina de la historia. La agente Lucy Wilde secuestra al nuevo padre de familia para pedirle que se una a la AVL y los ayude a atrapar al ladrón de un peligroso suero. La película girará en torno a esta aventura la cual encontrará en el camino el primer amor de Margo, las travesuras de Edith y Agnes, la atracción entre Gru y Lucy; y los divertidos servicios de los minions.

Mi Villano Favorito 2 a diferencia de otras secuelas animadas plantea una historia sencilla. La trama en ningún momento se complica demasiado ni se sobrecarga. Por el contrario, el ritmo de la cinta es ligero y disfrutable. La acción se concentra en las figuras principales, sin crear demasiados personajes en la historia.

Pero, en la gran tradición animada del cine clásico de Disney, con Despicable Me 2 ocurre que los seres secundarios son el verdadero corazón de la película. Los minions son para Gru, lo que los 7 enanitos eran para Blanca Nieves en Snow White and The Seven Dwarfs (1937) o Pepe Grillo era para Pinocho en Pinochio (1942). Su presencia aporta ternura y a la vez el toque de picardía que es necesario para que el humor sea balanceado.

Los minions son graciosos en sus travesuras, reflejan una personalidad propia, manejan un lenguaje único y se convierten en el verdadero hilo conductor del film. Así como The Lion King (1994) no sería la película que es sin Timón y Pumba o Aladdin (1992) sin el genio, Despicable Me 2 caería en el tedio sin la presencia de estos amarillos seres.


Si bien es cierto, Despicable Me 2 se aleja del humor algo más complejo y arriesgado de su predecesora, el resultado final es un film entretenido y familiar. No hay que esperar una nominación al Oscar como Mejor Cinta Animada, pero es una buena opción para un momento de risas blancas.

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