En las últimas décadas
Hollywood se ha especializado en las sagas de acción y fantasía, todos los años
vemos nuevos episodios de estas franquicias millonarias. Sin embargo, una de
las trilogías que más han llamado la atención es la que inició The Hangover (2009) y continuó The Hangover Part II (2011), que este
año llega a su fin con The Hangover Part
III (2013).
Es una trilogía
diferente porque se trata de una comedia, pero las dos primeras entregas no
eran comedias comunes. Eran historias que caían en un caos hilarante, una
mezcla de película de amigos con road movie que las hacía atractivas y
sumamente efectivas. Su apuesta era por un humor adulto, sin dejar de lado el
trabajo físico de sus actores que se veían expuestos a las más increíbles
atrocidades provocadas por el exceso de la juerga.
El director de
los tres films es Todd Phillips, por lo que la expectativa sobre The Hangover Part III era alta. Desgraciadamente,
el resultado de esta última película es decepcionante.
The Hangover Part III carece de la espontaneidad de sus predecesoras. El
problema es un guion que parece haber sido hecho por un grupo de productores
sin gusto que solo querían atraer gente a las salas sin otro fin que recaudar
sus entradas. El hilo conductor de la cinta no existe y estamos sometidos a 100
minutos de situaciones sin límite que no tienen relación entre ellas, algunas
graciosas y otras no tanto.
Por otro lado,
el carisma de los personajes desaparece, sobretodo el papel de Alan
interpretado por Zach Galifianakis, que se convierte más bien en una figura
pesada e insoportable. En esa categoría también cae el Chow que interpreta Ken
Jeong, al cual se le ha buscado dar más importancia en esta cinta pero con pésimos
resultados.
The Hangover III no deja de sacar unas risas en algunos momentos pero es una lamentable
despedida para este Wolfpack que había funcionado tan bien en los títulos
anteriores.
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