Las mejores
películas son aquellas que logran que el espectador experimente sensaciones que
solo el arte puede lograr. Es por eso que el cine que trasciende en el tiempo
es aquel que logra estimular, a través de las imágenes en movimiento, los
pensamientos y los sentimientos.
Una Aventura Extraordinaria o en su título original Life of Pi (2012), que traducido significa
La Vida de Pi, es una de esas películas que no se olvidan fácilmente; no solo
por el trasfondo increíble de su historia sino por el espectáculo visual que se
ha experimentado.
Pi es un
joven indio cuya familia trabaja en un zoológico. Los problemas económicos hacen
que Pi deba viajar al occidente para buscar un mejor porvenir, sin embargo la
desventura hace que el barco naufrague, siendo Pi uno de los pocos
sobrevivientes junto a otros animales entre ellos un tigre. Desde ese momento
la cinta narra una historia de supervivencia tan alucinante como alucinada,
llena de momentos emocionantes e inspiradores.
Life of Pi está dirigida por Ang Lee, que puede ser uno de
los pocos directores actuales a quien sí se le puede considerar un genio. Lee
es un maestro en contar historias humanas, muchos de los dramas que ha dirigido
son películas casi perfectas y que van desde los dramas familiares como The Ice Storm (1997) a la historia de
amor más controversial de la última década como lo fue Brokeback Mountain (2005), pasando por adaptaciones literarias como
Sense and Sensibility (1996) y la
genial y poco recordada Lust, Caution
(2007) que quizás sea una de las mejores obras de la historia del cine romántico-erótico.
Pero el Taiwanés Lee es también un maestro de la imagen, en el año 2000 revolucionó
el cine de acción y de artes marciales con la impresionante Crouching Tiger, Hidden Dragon (2000),
que en el Perú se vio como El Tigre y el Dragon, sin lugar a duda una obra
maestra.
En Life of Pi, el director Lee mezcla la narración
dramática con el espectáculo visual. Para eso crea imágenes digitalizadas de
manera impresionante, acompañadas de una música con influencias hindúes y la actuación
de actores poco conocidos. Si el año pasado The Tree of Life (2011) de Terrence Malick fue la experiencia
religiosa en el cine, este año ese sitio lo ocupa esta película. Desde un
inicio sabemos que estamos ante un relato espiritual, que provoca crear dudas
sobre la fe y que opone al hombre frente a una naturaleza que le es esquiva y a
la vez cotidiana.
Ambas películas
tienen en común que al final logran con su objetivo, es decir que han dejado
una huella en el espectador que no es fácil de olvidar. Como dice una crítica
gringa, no es una película para ver sino una película para vivir.
Estoy seguro
que Life of Pi arrasará en las categorías
técnicas de los Oscar que se vienen, además de una segura nominación a Mejor Película.
Una recomendación es que hay que ver la cinta en 3D, para poder apreciar en
toda su magnitud la calidad de las imágenes. Una Aventura Extraordinaria es de las primeras películas que
tenemos en cartelera que veremos en la próxima temporada de premios así que hay
que disfrutarla. Totalmente recomendable.